El descenso integral del río Guadiana en proto-embarcaciones de fibras vegetales Abril-mayo de 2016
Iniciamos hoy el relato de la expedición que nos llevó a descender el río Guadiana, “o grande rio do sul” como lo conocen nuestros hermanos portugueses, a lo largo de treinta jornadas. Una aventura deportiva pero sobretodo de reivindicación del río como camino de agua, como arteria que nos une.
Cada semana habrá una entrada al blog relatando una etapa o un aspecto singular del río y sus ribereños, hasta llegar al océano; la acompañará una banda sonora recomendada para escuchar de fondo a la lectura y al reportaje gráfico. Esperamos que tengáis buena travesía.
Dale al play y disfruta de la lectura:
Loreena McKennitt -Prologue
LA IDEA
En febrero de 2016, hace ahora cuatro años, comenzábamos a elaborar unas elementales embarcaciones de enea (Typha dominguensis), una liviana planta acuática, para descender íntegramente el río Guadiana.
La idea era fruto del encuentro de dos entusiastas inmersos en el mundo del ecoturismo y la educación ambiental y de la supervivencia en el medio natural (bushcraft), Alejandro del Moral y Maikol García, creadores de “Caminos del Guadiana” y “Aborigen” que decidimos unir fuerzas, conocimiento y experiencia para llevar a cabo la travesía.
Nos servía de aliciente el conocimiento del río y su vegetación y la intuición de que su uso había ido más allá de la elaboración de objetos elementales como esteras o asientos, lo que nos había llevado a curiosear libros, fotos y artículos sobre la navegación primitiva hasta acabar contando con el asesoramiento de un experto en la materia que nos daría el respaldo teórico al proyecto.
En casa ya veíamos desde la Infancia un pequeño barco de totora (Schoenoplectuscalifornicus) traído del lago Titicaca (Perú-Bolivia), reposando en un barco de fondo plano daimieleño, una “curiana” de seis travesaños, pero sobretodo los libros de Thor Heyerdahl sobre la balsa Kon-Tiki y de las expediciones Ra con naves de papiro (Cyperus papyrus) basadas en grabados existentes en el antiguo Egipto; todo esto avivaba nuestro espíritu de aventura y de búsqueda de paralelismos en nuestro Guadiana.
Pero con este inicio, la expedición no iba a quedar en el reto científico de experimentar con la enea recreando embarcaciones primitivas de fibras y así entender las posibilidades de navegación en el pasado en Iberia y los contactos económicos y culturales utilizando la gran ruta acuática, sino que estudiando el río, su longitud y desniveles, sus grandes presas, el propio desconocimiento de sus tramos más salvajes, convertían el descenso también en una prueba deportiva de resistencia y adaptación.
Además el recorrido nos permitiría conocer sus espacios naturales protegidos, sus poblaciones ribereñas, sus leyendas, sus artesanías con materiales de las orillas, la tipología de sus barcos actuales, la calidad de las aguas, sus comunidades de aves, pero sobretodo nos permitiría conectar a sus habitantes llevando un mensaje de hermanamiento gracias al río compartido que hace de padre y madre a la vez.
Todos los objetivos no pudieron ser cubiertos al cien por cien, en muchas ocasiones primó la supervivencia a la documentación, las dificultades de acceso y navegación a la toma sistemática de datos, pero la experiencia que vamos a compartir ahora contigo fue sin duda apasionante y puso a prueba a todo el equipo, hasta el punto de que algo cambió en nuestras vidas y en nuestra relación con el Annas desde entonces, que ya forma parte de nosotros mismos.
Pero, no adelantemos acontecimientos porque, si queréis, vais a estar presentes en cada una de las etapas y vais a ser partícipes de sus paisajes, de sus gentes, de su cultura y también de las dificultades y dureza que implica una aventura de estas características y con pretensiones tan ambiciosas.
¡Acompáñanos río abajo, así será más enriquecedora la travesía!
Y todas las semanas tendremos los comentarios de algunas de las personas que nos acompañaron en esta aventura.
Deseando volver a recordar a través de estos relatos tan amenos esa gran aventura que seguro supuso una experiencia única.
Gracias por poner en valor el río Guadiana!!!!
Me ha encantado, como siempre muy ameno y muy bien expresado. Leeré todas las etapas
Deseando volver a recordar a través de estos relatos tan amenos esa gran aventura que seguro supuso una experiencia única.
Gracias por poner en valor el río Guadiana!!!!
Un placer subir a bordo de esta expedición que ya forma parte de la historia de este gran río: Guadiana.
¡Qué alegría poder seguir vuestros pasos 👣 a través de este blog!