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Desde la localidad de Roncesvalles comienza la ruta más conocida por los peregrinos, el Camino Francés.
Repleta de historia, esta ruta cuenta con un patrimonio histórico y cultural por encima del resto de rutas, por lo que a parte de peregrinar, podrás conocer los orígenes del Camino y las leyendas que forjaron el Camino que es hoy en día.
Te ofrecemos toda la organización necesaria para preparar el viaje, de esta forma podrás disfrutar al máximo de esta experiencia que, seguramente, no olvidarás en la vida. Benefíciate de todas las ventajas de llevar todo organizado.
Lleva sólo lo indispensable. El peso será una gran losa, especialmente si vas por una zona montañosa. La ligereza es siempre una ventaja.
Las estadísticas reflejan que la gran mayoría de peregrinos optan por rodar en los meses de mayo a septiembre, tratando de evitar las frecuentes y temidas precipitaciones e incluso nevadas que se dan durante el resto del año, sobre todo en el tramo final por la comunidad gallega.
De igual manera, a no ser que se eviten las horas en las que el sol pega más fuerte, no se recomienda realizarlo durante los meses más calurosos, como julio y agosto, ya que debido al gran esfuerzo físico, cabe la posibilidad de sufrir un golpe de calor.
Nuestra recomendación personal ya la realizamos anteriormente en la entrada sobre la mejor época para peregrinar y serían los meses que bordean época central del verano, es decir, mayo o septiembre, ofrecen temperaturas agradables y un clima más estable.
Una vez se ha establecido la ruta y fecha de inicio, tocará centrarse en la que durante días será la principal compañía del peregrino, la bicicleta.
Existe la posibilidad de rodar siempre por asfalto utilizando carreteras adyacentes al Camino, para lo cual habrá que elegir una bicicleta de carretera que sin falta cuente con dinamo y reflectantes.
Si, por el contrario, se decide seguir el trazado original, lo ideal será contar con una bici de montaña, con una buena suspensión y buen sistema de plato, pues se pasará por senderos de tierra o firme accidentado, a pesar de que en ocasiones y debido a la imposibilidad del paso, se transcurrirá por tramos de carretera, que estarán en todo caso señalizados.
Existe la opción de llevar una bici híbrida, quizás más adecuada, muchas de ellas están hechas específicamente para el Camino de Santiago.
Sea cual sea la elección, la bicicleta ha de ser lo más ligera posible, con un buen sistema de cambios, engrasado y estado óptimo de neumáticos, además de informarse previamente sobre el mantenimiento básico de la misma en caso de alguna avería que, con casi total probabilidad, se producirá durante la peregrinación.
A continuación os hacemos un breve repaso de las cosas que no deberías olvidarte para hacer de tu Camino una aventura sin contratiempos:
Pensiones y hostales en habitación doble.
RONCESVALLES